lunes, 29 de diciembre de 2014

Un marinero jodido

El marinero observaba desde lo alto del acantilado. Aquel que antaño cortaba las olas con su velero, ahora esperaba que el mar se rompiese contra las rocas. Perdido y desorientado, huérfano de ningún faro que le ilustrara donde ir, cómo levantarse, o cuando desvanecer. Amarrado a la última copa de agua salada; a un paso del abismo, y dos de la liberación.

Un marinero jodido por despreciar el futuro, y astillado por enamorarse del pasado. Ahora, solo queda esperar. La ola más violenta pronto llegará, capaz de quebrantar todo su cuerpo y alma en un suspiro.


domingo, 12 de octubre de 2014

La receta del señor

Aquella receta era sencillamente majestuosa; brownie de chocolate sobre un lecho de helado de vainilla semifrío, mezclado con galletas oreo desmenuzadas, y cubierto con un ligero baño de caramelo. Ni pochar, ni hervir, ni nitrógeno líquido, ni demás sandeces culinarías.

Esa, sólo esa, era la receta del señor.

martes, 2 de septiembre de 2014

Le traje el traje

- Oh, mi majestad, la fiesta es de aquí una hora, ¿Aún no se ha vestido?
- No, mi vasallo, aún no me trajo el traje.
- Perdone mi majestad, pero sí que traje el traje, hace como dos horas, y se lo di al paje.
- Mi vasallo, a mi el paje no me dio ningún traje.
- No lo entiendo majestad, juro por mi padre que traje el traje y se lo di al paje.
- Mi vasallo, aquí no ha venido ningún paje a traer el traje. ¡Que venga el paje!
- Señor, soy el paje. ¿Qué sucede?
- Paje, me dice mi vasallo que usted tiene mi traje.
- Exacto, señor paje, yo le di el traje hace dos horas, ¿No se lo dio a su majestad?
- Mi majestad, efectivamente, su vasallo me trajo el traje hace dos horas y poco después se lo traje.
- No puede ser paje, aquí no hay ningún traje.
- Me temo mi majestad que sí que se lo traje, era de color azul, como de encaje.
- Pues alguien ha robado el traje, ¡Sabotaje!
- Mi majestad, no se enoje, no se altere, y espere. Seguro que encontramos el traje antes de que empiece la fiesta de su homenaje.
- Pues si en unos minutos no encuentran el traje, os envío de viaje, vasallo y paje.

miércoles, 18 de junio de 2014

Cinco microrelatos irrebatibles

La impresora elegida

Después de mirar en varias tiendas de informática y escuchar a personas que se hacían llamar especialistas del sector, pensé, ¡A la mierda! Y decidí comprarme la impresora que me causó mejor impresión.


Mala elección, Ramírez

Ramírez era un camionero que necesitaba desconectar; todo el día con el camión de arriba a abajo, quilómetros al este, quilómetros al oeste, gasolina entra, gasolina sale. Así que un día decidió ir al cine. Llegó veinte minutos antes a la sesión, se sentó, se acomodó, e intentó relajarse, olvidar el mundo de los camiones. De repente, empezaron los trailers. -¡Hijos de puta!-, exclamó.


El lenguaje es caprichoso

Juanjo era un fanático de la filosofía, de las curiosidades, de enlazar pensamientos y lenguaje. Un día, le comentó a su esposa:
- Cari, ¿te has fijado que la diferencia entre ser libre, o ser un libro, radica en una vocal? Piénsalo. El lenguaje es caprichoso. El zorro es astuto, la zorra, ay, la zorra, es muy diferente. ¿Lo has pillado? Piénsalo, cari, piénsalo.
- Juanjo, cariño, ¿te has fijado en que la diferencia entre dormir o no dormir, radica en que tú te calles de una puta vez?


Salvando el Amazonas

Escuché que estaban matando el Amazonas, que cada vez más, estaba en peligro de desaparecer. ¿Cuántas veces nos cruzamos de brazos ante tantas circunstancias? Entonces, yo quise reaccionar, aportar mi granito de arena. Así que, esa misma tarde, entré en el portal y me compré un Kindle Fire HDX y cuatro libros al azar. Dos semanas después veo que el portal sigue en marcha. ¡Tu también puedes ayudar!


El destino está marcado

Dos de mis mejores amigos, Luis y Ana, eran de aquellas personas que creían que las cosas no pasaban por casualidad. Que si se caía la sal en la mesa, era porque una desgracia iba a suceder. Que si la fecha de nacimiento de uno, coincidía con algún hecho concreto, no era por azar, era por destino. Todo era por evidencia, nada por casualidad. Ahora, viven en Luisiana.